Mini boda en un claustro con historia
Piedra antigua, amor eterno y un día lleno de magia
Hay veces en las que menos es más. Y eso lo veo cada vez que tengo la suerte de fotografiar una mini boda en Zaragoza. Siempre digo que no hace falta llenar salones para que una boda sea gigante en emoción. Las mini bodas van de eso: de mirar alrededor y ver solo a los que de verdad importan. Esas bodas pequeñitas, con alma, donde cada palabra se escucha y cada abrazo tiene tiempo de sobra.
Una mini boda no es solo una boda con menos invitados. Es una forma muy especial de celebrar el amor, más cercana, más tranquila y sobre todo, más auténtica. Normalmente, son celebraciones de unas 10 a 30 personas. A menudo en lugares con un encanto especial, como un claustro antiguo, una casa familiar o un jardín con historia. Y lo que pasa en estas bodas… es pura magia.
Hace poco tuve la suerte de acompañar a Clara y David. Eligieron celebrar su boda pequeña religiosa en un antiguo claustro del centro de Zaragoza. Las piedras sabias del lugar parecían susurrar historias mientras la novia caminaba hacia el altar. Nada de prisas, nada de ruido. Solo el sonido de sus pasos, el murmullo emocionado de los familiares, y esa luz suave que entraba entre los arcos. Fue increíble.
La boda en claustro tuvo todo lo que esperaban: intimidad, historia, belleza sin adornos. Después de la ceremonia, compartieron una comida sencilla pero con el corazón en cada plato, bajo una higuera y unas guirnaldas de luces cálidas que ellos mismos colocaron. El brindis de su abuela, las risas sin ninguna pose, la canción que cantó su mejor amiga. Todos los momentos fueron de verdad.
Como fotógrafo de boda íntima, este tipo de celebraciones son un regalo. Porque hay espacio para mirarse a los ojos, para llorar sin miedo, para bailar descalzos si les da la gana. No hay protocolo que impida el abrazo largo de papá, ni horarios que recorten la sobremesa. Y lo más bonito es que las fotos terminan siendo tan cercanas, que cada vez que las miran, vuelven a ese día como si se repitiera.
Zaragoza tiene lugares con una energía especial para este tipo de bodas. De verdad, no hace falta irse lejos para encontrar rincones con alma. Desde claustros con siglos de historia hasta masías perdidas entre campos dorados. Yo siempre propongo ideas si los novios no saben por dónde empezar.
En mi web he reunido algunas de estas pequeñas bodas que me han emocionado aquí puedes verlas. Si después de mirar te apetece hablar conmigo, puedes escribirme un WhatsApp al 642542899, llamarme al 876036786, o si te hace ilusión, venir a verme. Estoy en la calle Mariano Baselga 1, en Zaragoza, y tengo café y ganas de escucharte.
Porque lo que más me importa, más allá de las fotos, es que ese día lo vivas como de verdad eres tú. Sin filtros, sin querer parecer otra cosa. Solo tú y tu gente. Y claro, yo ahí con mi cámara, discretito pero atento, para que no se escape nada.
Si tú también sueñas con una boda solo con los esenciales, escríbeme y lo hacemos realidad.
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